¿Qué recambios del coche se averían al no usarlo?
La falta de uso es algo bastante peligroso para los vehículos, ya que existen recambios que requieren de una actividad y revisiones para que no se averíen. Esta ausencia de actividad supone un desgaste general para los vehículos, muy en contra de lo que piensan algunos de que se alarga la vida de algunos componentes. Lo ideal para un coche será siempre un uso normal, ni excesivo ni nulo, el desgaste además se agrava si el automóvil se tiene a la intemperie. En concreto, hay algunos recambios del coche con más riesgo de avería si no se usa.
El motor es uno de los recambios coche que más sufre. La falta de uso puede hacer que los pistones se oxiden, incluso que se partan, además de que se generen fugas y pierda fuerza, hay que gastar mucho cuidado con el motor porque es el corazón de los vehículos y es necesario que se arranque al menos una vez al mes si tenemos el coche parado y tenerlo un rato arrancado.
Los frenos son otros recambios que se averían al no usarse. El riesgo de avería reside, por un lado en que se pueden oxidar las piezas, incluidas los discos de freno. Por otro lado, no hay que olvidarse de que el líquido de frenos se debe sustituir cada dos años para mantener su eficacia.
La falta de uso también perjudica a los neumáticos. Con el vehículo parado los neumáticos se pueden deformar y viciarse al ser siempre la misma parte la que soporte el peso, es algo que se agrava cuando los neumáticos pierden presión.
Otro de los recambios más sensibles es la batería. Si el automóvil no se usa y se mantiene la batería conectada puede descargarse y dañarse, es muy probable que después de amplios periodos sin usar el coche, el vehículo no arranque por problemas de la batería.
La caja de cambios también es de los recambios coches usados que necesita lubricación para evitar que se oxiden los mecanismos como piñones y sincronizadores, si pierden esa lubricación podría romperse cuando se ponga en marcha.
La falta de uso también puede afectar al circuito de refrigeración. La falta de actividad puede hacer que se oxiden recambios como la bomba de agua, el termostato o que se sequen los manguitos. En el caso de los faros, la falta de uso puede fundir fusibles y bombillas.
En definitiva, la falta de actividad en el vehículo supone un envejecimiento a nivel general, sobre todo por la oxidación, algo que se notará por dentro en los diferentes recambios del coche, pero que también se notará en el exterior. Si un automóvil permanece al descubierto, sin cuidado y sin uso, la pintura y los cromados también sufrirán las inclemencias meteorológicas y el imparable paso del tiempo. No obstante, tenga en cuenta que somos un desguace online con numerosas existencias de recambios para sustituir lo que necesite.